LUGAR DE MADUREZ
El invierno habrá sido un lugar de madurez
Paul Auster
Seco es el hospedaje
el invierno es lugar de madurez
hasta él me ha traído el tiempo laborioso
realizando bien su oficio de docencia
el tiempo es una lenta fructificación
un águila de alas extensas
una barca para cruzar la vida
¡oh garañón de los impulsos!
repudié su galope
y quise revelarme ante su espejo
como púgil que lucha con su sombra
y quise
reducirlo a una burla
a una fecha
un minutero
esquivar su manotazo
con la ambición de la sangre desnuda
y el espejo común de las estrellas
sofocar el incendio
con el orgullo de un roble centenario
y quise dominarle igual que a un enemigo peligroso
con la seda azabache de la noche
con el trémulo tacto de la lengua
con la tibia emoción de la vehemencia
con bautizo de luna
con pasión y osadía
pero el invierno es lugar de madurez
dominio de silencio en donde sentir sonidos
ventana abierta para albergar paisajes
quietud
desde donde se engendra el movimiento
EL JARDÍN DEL INVIERNO
1
Hay algo de cansancio en su mirada
se le nota
en ese declinar que hacia la tarde
se posa densamente en su retina
en ese pertinaz decaimiento
en ese desasirse
que es la forma de asirse
a lo ciego banal o rutinario
la vida le ha alquilado un cuarto exiguo
con paredes marcadas por derrotas
y hoy deambula por él buscando
humo
la mezcla magistral
la esencia existencial de la existencia
la rosa de la rosa
la arcana ceremonia estelar del no me olvides
2
Un rayo más de sol sale al encuentro
lleva en su calidez la mirada de un niño
se instala en su semblante con la fuerza
de la virginidad
le dona la esperanza
“ un rayo de sol es un regalo en el invierno”
lo pide cada noche a las estrellas
él implora
para que con su brillo
coqueto y grácil
hagan que el astro muestre
su despliegue de luz con arrogancia
el sol que trae la placidez al día
es como una caja musical que cuando se abre
nos devuelve a la calma de los sueños
El invierno habrá sido un lugar de madurez
Paul Auster
Seco es el hospedaje
el invierno es lugar de madurez
hasta él me ha traído el tiempo laborioso
realizando bien su oficio de docencia
el tiempo es una lenta fructificación
un águila de alas extensas
una barca para cruzar la vida
¡oh garañón de los impulsos!
repudié su galope
y quise revelarme ante su espejo
como púgil que lucha con su sombra
y quise
reducirlo a una burla
a una fecha
un minutero
esquivar su manotazo
con la ambición de la sangre desnuda
y el espejo común de las estrellas
sofocar el incendio
con el orgullo de un roble centenario
y quise dominarle igual que a un enemigo peligroso
con la seda azabache de la noche
con el trémulo tacto de la lengua
con la tibia emoción de la vehemencia
con bautizo de luna
con pasión y osadía
pero el invierno es lugar de madurez
dominio de silencio en donde sentir sonidos
ventana abierta para albergar paisajes
quietud
desde donde se engendra el movimiento
EL JARDÍN DEL INVIERNO
1
Hay algo de cansancio en su mirada
se le nota
en ese declinar que hacia la tarde
se posa densamente en su retina
en ese pertinaz decaimiento
en ese desasirse
que es la forma de asirse
a lo ciego banal o rutinario
la vida le ha alquilado un cuarto exiguo
con paredes marcadas por derrotas
y hoy deambula por él buscando
humo
la mezcla magistral
la esencia existencial de la existencia
la rosa de la rosa
la arcana ceremonia estelar del no me olvides
2
Un rayo más de sol sale al encuentro
lleva en su calidez la mirada de un niño
se instala en su semblante con la fuerza
de la virginidad
le dona la esperanza
“ un rayo de sol es un regalo en el invierno”
lo pide cada noche a las estrellas
él implora
para que con su brillo
coqueto y grácil
hagan que el astro muestre
su despliegue de luz con arrogancia
el sol que trae la placidez al día
es como una caja musical que cuando se abre
nos devuelve a la calma de los sueños
3
Lleva en él el destello
de tantas lejanías como estrellas
de tantos paraísos Sol y Luna
que encuentra cuando mira lento al cielo
4
Sueña el sueño de las cumbres
quietud cepillada por el viento
sembrada de nieve
sueña que otea horizontes
mientras inmóvil
hace manar la vida por sus poros de piedra
sueña que cuando se acuesta el cenit
con su carmesí aliento vuelve
al lugar de la aurora
sueña con el perfil de Itaca recortado en la noche
5
Hojas vencidas tapizan los sentimientos
él se aproxima a la puerta del invierno
con el último instinto de su corazón
sedimentos de intemperie han curvado su espalda
larga ha sido la ruta ( se advierte en su cansancio)
temerarios sus sueños
hilos rojos de sol
trenzan en sus cabellos
mallas de atardeceres
de tanto caminar se ha dado cuenta
que olvidó su propósito
6
Su historia se desangra en las manos torcidas
cimbrea el pulso
mirando ya sin ver a la distancia
la distancia es presencia desbocada
el espejo repite que hubo tiempos
en los que todo era creíble
veraz irrevocable
sustancia de rocío
agua y brasa
pero ahora le dice que es ceniza
sequedad barrizales
susurros de dolor
voz de quejido
memoria en la corteza del instante
el espejo repite que hoy el tiempo
tiene el sabor a orín de las mazmorras
sabor de la vejez
rancia monotonía
de una oración que espera
en el recodo que lleva hacia uno mismo
7
Se le ha ido agotando el arte de volar
Eolo se apacigua y su cometa
cae
trapo ya sin pasión
inane cuerpo
mueca dolosa donde había hermosura
ya sus vivos colores se comprimen
ya su extendido cuerpo de amplia ala
ya su danza febril y el brillo cárdeno
de su espíritu frágil
han perdido los dones
dones de liviandad
ya su alma es el reo de la espera
ya su cuerpo no ostenta un fluir nítido
la ingrávida osadía
el albedrío
de querer deslumbras al rojo sol del cenit
al quebrarse en su vuelo
la cometa
le expresa melancólica
la faz de su fatiga
8
Sobre la almohada
descubre la elocuencia del silencio
cuando la noche crece al otro lado
de la luna de esmalte
el silencio le habla
con la voz de espejismos minuciosos
de todo su pasado
no hay dolor en revivir ausencias
no hay desconsuelo
en la tornasolada luz
si hay certidumbre
en traspasar distancias
y caer blandamente en los brazos perdidos
en los labios sellados y sus tenues palabras
y reafirmarse el ser frente a los miedos
9
Aún existe un lugar donde hilvanar miradas
cayeron sus atardeceres
cual burbujas de pasado en el mar del invierno
pero él continua
enhebrando la aguja con nostalgias de seda
cuando acaricia lento en la penumbra
el cuerpo amado que le dio cobijo
y le enseñó a leer con la flor viva
que le mostró que el fuego da en las brasas
el punto necesario para seguir caldeando
porque sabe
cuando la vida se sutura con nostalgias de seda
que aún galopa el amor
en el lomo invernal de la ternura
10
Recuerda que hace tiempo alguien le susurró al oído
una frase de frágiles palabras
fue una gacela joven esa frase
un viento en ráfagas marea
en oleaje viva
fue un cárdeno dolor un laberinto
punzada de la luz
aguijonazo
que precipita el agua para formar un río
un mar un océano
guante de terciopelo que le calmó la fiebre
espejo de la luna donde se vio despacio
aromático incienso que limpió sus temores
profunda percusión que torneó sus cimientos
sus dioses incorruptos
sus estrellas
agua que riega el páramo y fecunda
yermos vacíos de espera
densa frase de encanto
bandera del amor
presencia de jazmín para el espíritu
11
Rueda por la autopista cárdena
corre veloz hacia un lugar lejano
donde no ha de llegar
va dejando disfraces perdidos en la tierra
olvidando maletas y arrugados paquetes
sin huellas y sin nombre
sin números confusos de teléfono al borde
“ todo lleva su tiempo”
tras cada pestañeo
ahora ya es ayer
y mañana una hipótesis
pero el tiempo se posa
en el fondo granate de una copa de vino
donde se mira hipnótico
trasgredido de sí
muestra un grave cansancio
un latente cansancio
12
Le tocará recolectar ausencias
hoy lo sabe
clavarlas una a una
en el paño granate de la melancolía
contemplarlas despacio
porque sus ojos aún miran en azul
aún lagrimean con el árido polvo del olvido
aún persisten en atisbar con anteojos el desierto
para encontrar un paraíso
aún se adentran en la esperanza
para vivir un sueño y hablar con sus fantasmas
hoy lo sabe
porque oye ulular a sus atardeceres detrás de la conciencia
e intenta atraparlos con nerviosos gestos
y ello
sin razón aparente
sólo por ser un hombre
que se mira en un espejo roto
y contiene su miedo apretando pasado
13
De pie tras la ventana
compone una rapsodia en su cerebro
el jardín del invierno
sumido en el letargo
rememora su lucha de colores
su salpicar de aromas
y esa perturbación de la alegría
que ahora se solapa entre las hiedras
la sosegada luz descubre
al débil contraluz
el curtido esqueleto de los árboles
su mirada se aploma en los senderos
otea en sus recodos la fértil primavera
“ todo está por llegar”
le susurra a su sombra
con los brazos cruzados a la espalda
14
Recios mástiles escrutan el horizonte
los pinos
poseedores del secreto y la fe de la sabia
se hermanan con el viento que les ha dado forma
trazan
su línea majestuosa ante la mar
que los deleita
con recurrente son metálico
al albor
cuando el sol tensa su arco
acude a ellos peregrinos
los rayos caldean su cuerpo en llagas
y los pinos le observan con ojos verticales
la brisa aleja de él los malos sueños
la hierba le regala su cáliz de frescura
él quiere descubrir el don de su heredad
el secreto esencial de su nobleza
su fuerza su equilibrio
y por eso se muestra en su presencia
desnudo de ropajes exquisitos
llevando en su esqueleto sus nervios y tendones
a todos los Ulises
en su latir encuentra afán de alquimia
un pulso irracional hacia la luz
se para ante sus huestes de erguidos estandartes
así como uno más entre sus filas
declinado de orgullo y de bajezas
mínimo bajo su verde bóveda
abierto a la docencia
de un íntimo silencio
JARDIN DE PESADUMBRES
1
Tañe la campana con cuerpo de placenta y de mortaja
carillones de aire responden
con juguetonas ráfagas
al cóncavo reclamo
ella se deja oír desde las vísceras
ellos
sonríen en su repiqueteo
con vuelos ilusorios de mariposa líquida
él necesita la sonora campana
y con decidido golpe mueve
su cuerpo opaco
lleno de reminiscencias
pleno de vacuidad
la campana acompasa
nacimiento con muerte
pero los carillones
bucles para el deleite
asaetean el pecho
con la insistencia de puntas de saeta
incisivo es el persistente revoloteo
de alas de volante y visos de cairel
la campana desciende hasta la huella
de un extenso legado irrevocable
y expande victoriosa vocablos trascendentes
él mientras sólo espera
se imbuye de sonidos
ríe y llora
2
Renace en cada aurora
con el sonido cárdeno de las campanas
con el vuelo alocado de las mariposas
que solamente él ve
que solamente él siente en sus mejillas
envuelto con la colcha de la noche
atiende la respuesta de todas las preguntas
las que fue constelando con la vida
pausadamente
fecha a fecha
con el alfabeto de los actos
rudimentarios actos descendidos
a la arena del ser
a los arrabales del dolor
a los suntuosos barrios de la alegría
a los vergeles
donde la amistad crece
la suburbio recóndito donde se ampara el odio
a la fértil pradera del amor
mira una vez más donde nadie puede
donde sólo él alimenta la mirada
donde confluye el tiempo con su tiempo
callejón sin salida del invierno
“ todo tubo su hora y su por qué “
reflejos de rubí fueron los sueños
teas pequeñas
que iluminaron los peldaños y abolieron las sombras
donde anidan las dudas
3
En la mazmorra del saber busca la verdad
aguja que perfora las conciencias
ariete que golpea vanidades
verdad roca
verdad diapasón
eje
gozne
candado
verdad ala de vuelo delirante
noble maza rotunda y trascendente
ley para encrucijadas
la buscaba y quería
sólo halló su verdad después de todo
4
Sus manos huelen al incienso de la melancolía
cuando repasa las hojas de sus diarios
y el tiempo
como un lento reptil
en su costado izquierdo serpentea
cerebro abajo
suenan frases de antaño
como cantos que ruedan
momentos como crines onduladas
le golpean el rostro
ovillados crespones
viejos deslumbramientos sin un rumbo
por la calle desierta del presente
“todo tubo un lugar”
mientras se fue colmando el vaso con ausencias
5
Apagó la candela
él sudor de la noche ungió las sábanas
y un amargor espeso
ha pegado su lengua al paladar
“ todo se ha consumado”
borbotones de esperma cubrieron su horizonte
entre columnas jónicas de carne
el tacto mutiló la razón de un zarpazo
la saliva lavó las malvas llagas
el sexo fue
temblor en la conciencia
el sentimiento un paso en el alambre
la soledad
un animal cercado
el éxtasis
fue un desdoblarse
en el vitral de luz de unos segundos
6
Desde agudos quejidos de sirena
se encuentra con sus noches descarnadas
el dolor va con ellas perforando
cansinas emociones
reflejando en su espejo soledades
cumplimentando el rito
de confundir el miedo con plegarias
de exorcizar demonios sumergidos
en sus propias creencias
desnudo en su conciencia se pregunta
si aún quedan paraísos en la manga
donde pueda esconder la cobardía
7
Desfallecido
se tiende sobre sábanas de hambre
en su cuerpo se advierten malvas llagas
al cabo de los años él comprueba
lo poco que ha aprendido
elevó espesos muros
cavó zanjas
construyó recias torres
acueductos
puentes tumbas palacios malvas llagas
promulgó sus proezas en los teatros
los salones los templos los burdeles
después quiso gritar
y no hubo grito
se quiso revelar
quiso emerger
limpiarse…
nada se acaba en ti pero la muerte
viene y completa el círculo
su última morada ha de ser la renuncia
8
Sube el dolor a la antesala de la mansedumbre
escala laberintos donde el miedo
se acopla a su mirada
como un vidrioso canto
la carne es una prueba
la puerta del final que se entreabre
la lucha por seguir
padecimiento
las alas de la muerte se despliegan
y mira en su interior cuando se escuchan
latidos de reloj
cuando el espejo
devuelve realidades
cuando descubre
cuánto aún por hacer
cuánta intemperie
la vida le ha servido un trago amargo
que tiene que apurar
con sorbos descendidos
la esperanza se inmola con piras estadísticas
pero una nube llora sobre las tejas rojas
y el rocío es un beso en la cara del campo
que entra por los cristales
y un libro de poemas se publica
y nace un niño
y todo está en su sitio
y tantas cosas más…
mientras avanza el tiempo
9
Detrás del polvo añil de los cristales
descubre la verdad
es un dominio de distancia profusa
un vasto túnel
donde todo se funde con un magma de olvido
la única verdad que nos espera
con rostro ineludible
él se amedrenta y mira hacia otro lado
pues el nombre está escrito en los cristales
rotulado en añil
con el trazo preciso de un pulso antiguo
escrito junto al suyo
desafiante
inerte
10
Dijo a la soledad
-donde quiera que esté
vida y muerte
siempre vendrán conmigo
son dos certezas
artes opuestas
una y otra
se van intercambiando
una y otra
también se necesitan
se crean y se destruyen
dan sentido a sus pasos
te dejan frente a ti
con la ambición desnuda de un infante
se recrean en ti
de ti se nutren
11
Contempla cuando enciende
su foco de rubí
y busca el vuelo azul de la mandrágora
aliviado de ser
un ser de noche oscura
deja caer los párpados envueltos en ocasos
lezna que orada huecos en la desesperanza
la esperanza
decora su sarcófago con seda color sol
vuelve hacia donde vino con pisadas desnudas
y no hay en su apariencia indicio alguno
que otorgue majestad a su figura
su verdadero oficio
áspero oficio
ha sido ser un hombre
12
Cuando los árboles se cuajen
con silencios hilados
y al disiparse
muestre la bruma el rumbo inevitable
ha de podar los últimos rosales
para que no florezcan
“sólo perdura la rosa en el recuerdo
aunque ya no es la rosa
las otras se marchitan una noche
igual que las palabras en los labios”
el invierno es jardín de pesadumbres
el eslabón que queda
a punto de quebrarse
Lleva en él el destello
de tantas lejanías como estrellas
de tantos paraísos Sol y Luna
que encuentra cuando mira lento al cielo
4
Sueña el sueño de las cumbres
quietud cepillada por el viento
sembrada de nieve
sueña que otea horizontes
mientras inmóvil
hace manar la vida por sus poros de piedra
sueña que cuando se acuesta el cenit
con su carmesí aliento vuelve
al lugar de la aurora
sueña con el perfil de Itaca recortado en la noche
5
Hojas vencidas tapizan los sentimientos
él se aproxima a la puerta del invierno
con el último instinto de su corazón
sedimentos de intemperie han curvado su espalda
larga ha sido la ruta ( se advierte en su cansancio)
temerarios sus sueños
hilos rojos de sol
trenzan en sus cabellos
mallas de atardeceres
de tanto caminar se ha dado cuenta
que olvidó su propósito
6
Su historia se desangra en las manos torcidas
cimbrea el pulso
mirando ya sin ver a la distancia
la distancia es presencia desbocada
el espejo repite que hubo tiempos
en los que todo era creíble
veraz irrevocable
sustancia de rocío
agua y brasa
pero ahora le dice que es ceniza
sequedad barrizales
susurros de dolor
voz de quejido
memoria en la corteza del instante
el espejo repite que hoy el tiempo
tiene el sabor a orín de las mazmorras
sabor de la vejez
rancia monotonía
de una oración que espera
en el recodo que lleva hacia uno mismo
7
Se le ha ido agotando el arte de volar
Eolo se apacigua y su cometa
cae
trapo ya sin pasión
inane cuerpo
mueca dolosa donde había hermosura
ya sus vivos colores se comprimen
ya su extendido cuerpo de amplia ala
ya su danza febril y el brillo cárdeno
de su espíritu frágil
han perdido los dones
dones de liviandad
ya su alma es el reo de la espera
ya su cuerpo no ostenta un fluir nítido
la ingrávida osadía
el albedrío
de querer deslumbras al rojo sol del cenit
al quebrarse en su vuelo
la cometa
le expresa melancólica
la faz de su fatiga
8
Sobre la almohada
descubre la elocuencia del silencio
cuando la noche crece al otro lado
de la luna de esmalte
el silencio le habla
con la voz de espejismos minuciosos
de todo su pasado
no hay dolor en revivir ausencias
no hay desconsuelo
en la tornasolada luz
si hay certidumbre
en traspasar distancias
y caer blandamente en los brazos perdidos
en los labios sellados y sus tenues palabras
y reafirmarse el ser frente a los miedos
9
Aún existe un lugar donde hilvanar miradas
cayeron sus atardeceres
cual burbujas de pasado en el mar del invierno
pero él continua
enhebrando la aguja con nostalgias de seda
cuando acaricia lento en la penumbra
el cuerpo amado que le dio cobijo
y le enseñó a leer con la flor viva
que le mostró que el fuego da en las brasas
el punto necesario para seguir caldeando
porque sabe
cuando la vida se sutura con nostalgias de seda
que aún galopa el amor
en el lomo invernal de la ternura
10
Recuerda que hace tiempo alguien le susurró al oído
una frase de frágiles palabras
fue una gacela joven esa frase
un viento en ráfagas marea
en oleaje viva
fue un cárdeno dolor un laberinto
punzada de la luz
aguijonazo
que precipita el agua para formar un río
un mar un océano
guante de terciopelo que le calmó la fiebre
espejo de la luna donde se vio despacio
aromático incienso que limpió sus temores
profunda percusión que torneó sus cimientos
sus dioses incorruptos
sus estrellas
agua que riega el páramo y fecunda
yermos vacíos de espera
densa frase de encanto
bandera del amor
presencia de jazmín para el espíritu
11
Rueda por la autopista cárdena
corre veloz hacia un lugar lejano
donde no ha de llegar
va dejando disfraces perdidos en la tierra
olvidando maletas y arrugados paquetes
sin huellas y sin nombre
sin números confusos de teléfono al borde
“ todo lleva su tiempo”
tras cada pestañeo
ahora ya es ayer
y mañana una hipótesis
pero el tiempo se posa
en el fondo granate de una copa de vino
donde se mira hipnótico
trasgredido de sí
muestra un grave cansancio
un latente cansancio
12
Le tocará recolectar ausencias
hoy lo sabe
clavarlas una a una
en el paño granate de la melancolía
contemplarlas despacio
porque sus ojos aún miran en azul
aún lagrimean con el árido polvo del olvido
aún persisten en atisbar con anteojos el desierto
para encontrar un paraíso
aún se adentran en la esperanza
para vivir un sueño y hablar con sus fantasmas
hoy lo sabe
porque oye ulular a sus atardeceres detrás de la conciencia
e intenta atraparlos con nerviosos gestos
y ello
sin razón aparente
sólo por ser un hombre
que se mira en un espejo roto
y contiene su miedo apretando pasado
13
De pie tras la ventana
compone una rapsodia en su cerebro
el jardín del invierno
sumido en el letargo
rememora su lucha de colores
su salpicar de aromas
y esa perturbación de la alegría
que ahora se solapa entre las hiedras
la sosegada luz descubre
al débil contraluz
el curtido esqueleto de los árboles
su mirada se aploma en los senderos
otea en sus recodos la fértil primavera
“ todo está por llegar”
le susurra a su sombra
con los brazos cruzados a la espalda
14
Recios mástiles escrutan el horizonte
los pinos
poseedores del secreto y la fe de la sabia
se hermanan con el viento que les ha dado forma
trazan
su línea majestuosa ante la mar
que los deleita
con recurrente son metálico
al albor
cuando el sol tensa su arco
acude a ellos peregrinos
los rayos caldean su cuerpo en llagas
y los pinos le observan con ojos verticales
la brisa aleja de él los malos sueños
la hierba le regala su cáliz de frescura
él quiere descubrir el don de su heredad
el secreto esencial de su nobleza
su fuerza su equilibrio
y por eso se muestra en su presencia
desnudo de ropajes exquisitos
llevando en su esqueleto sus nervios y tendones
a todos los Ulises
en su latir encuentra afán de alquimia
un pulso irracional hacia la luz
se para ante sus huestes de erguidos estandartes
así como uno más entre sus filas
declinado de orgullo y de bajezas
mínimo bajo su verde bóveda
abierto a la docencia
de un íntimo silencio
JARDIN DE PESADUMBRES
1
Tañe la campana con cuerpo de placenta y de mortaja
carillones de aire responden
con juguetonas ráfagas
al cóncavo reclamo
ella se deja oír desde las vísceras
ellos
sonríen en su repiqueteo
con vuelos ilusorios de mariposa líquida
él necesita la sonora campana
y con decidido golpe mueve
su cuerpo opaco
lleno de reminiscencias
pleno de vacuidad
la campana acompasa
nacimiento con muerte
pero los carillones
bucles para el deleite
asaetean el pecho
con la insistencia de puntas de saeta
incisivo es el persistente revoloteo
de alas de volante y visos de cairel
la campana desciende hasta la huella
de un extenso legado irrevocable
y expande victoriosa vocablos trascendentes
él mientras sólo espera
se imbuye de sonidos
ríe y llora
2
Renace en cada aurora
con el sonido cárdeno de las campanas
con el vuelo alocado de las mariposas
que solamente él ve
que solamente él siente en sus mejillas
envuelto con la colcha de la noche
atiende la respuesta de todas las preguntas
las que fue constelando con la vida
pausadamente
fecha a fecha
con el alfabeto de los actos
rudimentarios actos descendidos
a la arena del ser
a los arrabales del dolor
a los suntuosos barrios de la alegría
a los vergeles
donde la amistad crece
la suburbio recóndito donde se ampara el odio
a la fértil pradera del amor
mira una vez más donde nadie puede
donde sólo él alimenta la mirada
donde confluye el tiempo con su tiempo
callejón sin salida del invierno
“ todo tubo su hora y su por qué “
reflejos de rubí fueron los sueños
teas pequeñas
que iluminaron los peldaños y abolieron las sombras
donde anidan las dudas
3
En la mazmorra del saber busca la verdad
aguja que perfora las conciencias
ariete que golpea vanidades
verdad roca
verdad diapasón
eje
gozne
candado
verdad ala de vuelo delirante
noble maza rotunda y trascendente
ley para encrucijadas
la buscaba y quería
sólo halló su verdad después de todo
4
Sus manos huelen al incienso de la melancolía
cuando repasa las hojas de sus diarios
y el tiempo
como un lento reptil
en su costado izquierdo serpentea
cerebro abajo
suenan frases de antaño
como cantos que ruedan
momentos como crines onduladas
le golpean el rostro
ovillados crespones
viejos deslumbramientos sin un rumbo
por la calle desierta del presente
“todo tubo un lugar”
mientras se fue colmando el vaso con ausencias
5
Apagó la candela
él sudor de la noche ungió las sábanas
y un amargor espeso
ha pegado su lengua al paladar
“ todo se ha consumado”
borbotones de esperma cubrieron su horizonte
entre columnas jónicas de carne
el tacto mutiló la razón de un zarpazo
la saliva lavó las malvas llagas
el sexo fue
temblor en la conciencia
el sentimiento un paso en el alambre
la soledad
un animal cercado
el éxtasis
fue un desdoblarse
en el vitral de luz de unos segundos
6
Desde agudos quejidos de sirena
se encuentra con sus noches descarnadas
el dolor va con ellas perforando
cansinas emociones
reflejando en su espejo soledades
cumplimentando el rito
de confundir el miedo con plegarias
de exorcizar demonios sumergidos
en sus propias creencias
desnudo en su conciencia se pregunta
si aún quedan paraísos en la manga
donde pueda esconder la cobardía
7
Desfallecido
se tiende sobre sábanas de hambre
en su cuerpo se advierten malvas llagas
al cabo de los años él comprueba
lo poco que ha aprendido
elevó espesos muros
cavó zanjas
construyó recias torres
acueductos
puentes tumbas palacios malvas llagas
promulgó sus proezas en los teatros
los salones los templos los burdeles
después quiso gritar
y no hubo grito
se quiso revelar
quiso emerger
limpiarse…
nada se acaba en ti pero la muerte
viene y completa el círculo
su última morada ha de ser la renuncia
8
Sube el dolor a la antesala de la mansedumbre
escala laberintos donde el miedo
se acopla a su mirada
como un vidrioso canto
la carne es una prueba
la puerta del final que se entreabre
la lucha por seguir
padecimiento
las alas de la muerte se despliegan
y mira en su interior cuando se escuchan
latidos de reloj
cuando el espejo
devuelve realidades
cuando descubre
cuánto aún por hacer
cuánta intemperie
la vida le ha servido un trago amargo
que tiene que apurar
con sorbos descendidos
la esperanza se inmola con piras estadísticas
pero una nube llora sobre las tejas rojas
y el rocío es un beso en la cara del campo
que entra por los cristales
y un libro de poemas se publica
y nace un niño
y todo está en su sitio
y tantas cosas más…
mientras avanza el tiempo
9
Detrás del polvo añil de los cristales
descubre la verdad
es un dominio de distancia profusa
un vasto túnel
donde todo se funde con un magma de olvido
la única verdad que nos espera
con rostro ineludible
él se amedrenta y mira hacia otro lado
pues el nombre está escrito en los cristales
rotulado en añil
con el trazo preciso de un pulso antiguo
escrito junto al suyo
desafiante
inerte
10
Dijo a la soledad
-donde quiera que esté
vida y muerte
siempre vendrán conmigo
son dos certezas
artes opuestas
una y otra
se van intercambiando
una y otra
también se necesitan
se crean y se destruyen
dan sentido a sus pasos
te dejan frente a ti
con la ambición desnuda de un infante
se recrean en ti
de ti se nutren
11
Contempla cuando enciende
su foco de rubí
y busca el vuelo azul de la mandrágora
aliviado de ser
un ser de noche oscura
deja caer los párpados envueltos en ocasos
lezna que orada huecos en la desesperanza
la esperanza
decora su sarcófago con seda color sol
vuelve hacia donde vino con pisadas desnudas
y no hay en su apariencia indicio alguno
que otorgue majestad a su figura
su verdadero oficio
áspero oficio
ha sido ser un hombre
12
Cuando los árboles se cuajen
con silencios hilados
y al disiparse
muestre la bruma el rumbo inevitable
ha de podar los últimos rosales
para que no florezcan
“sólo perdura la rosa en el recuerdo
aunque ya no es la rosa
las otras se marchitan una noche
igual que las palabras en los labios”
el invierno es jardín de pesadumbres
el eslabón que queda
a punto de quebrarse